Cada día que pasa la crisis económica genera más incertidumbre en las familias. Para controlar la economía doméstica, estas han optado por ser más estrictas a la hora de suprimir los gastos innecesarios.
A primera vista, se podría pensar que las obras y reformas del hogar son un desembolso superfluo, producto del capricho y de las meras ganas de cambiar el aspecto de la casa. Pero realmente es así?
Primero de todo, cabe tener en cuenta que la reforma de un bien inmueble no es un gasto, sino una inversión. Y es que con lo que realmente se pierde dinero es con una propiedad en mal estado que va perdiendo valor con el paso de los años.
Pero el principal argumento a favor de mantener el hogar renovado y en buenas condiciones es que nos evita tener que sufragar futuros gastos en reparaciones y desperfectos imprevistos. Goteras, escapes de agua, fugas de gas… son algunos de los ejemplos más comunes y costosos.
En ese sentido, son especialmente recomendables las reformas de baño y las reformas de cocina, ya que son los espacios del hogar con mayor uso y desgaste (altas temperaturas, humedades, exposición a productos de limpieza agresivos, etc.). Además, a diferencia de las habitaciones comunes, los baños y las cocinas tienen mayores posibilidades de sufrir averías al disponer de sistemas como la instalación de agua o de gas.
Hemos visto que hacer obras en casa quizá sale más a cuenta de lo que nos pensábamos. Pero la gran pregunta es, ¿por qué reformar nuestro hogar justamente ahora?
La respuesta está en que las crisis, a pesar de su dureza y crueldad, siempre generan oportunidades.
La gran oportunidad que hay que aprovechar es el precio. La situación económica ha obligado a las empresas de la construcción a ser más competitivas y a bajar los precios. ¡Reformar nuestra casa es más barato que nunca!
Además, siendo previsores y cautelosos, si en un futuro la crisis nos llega a afectar hasta el punto que decidimos vender nuestra casa, será muy determinante que esta esté reformada. Y no solo porque su precio será mayor, sino porque las posibilidades de vender una vivienda en estos momentos pasan por ofrecer al comprador un inmueble en buen estado.
Por último, queremos hacernos eco de la noticia publicada en Cinco Días el pasado febrero, según la cual el Colegio de Arquitectos de Madrid afirma que con la rehabilitación de 300.000 casas al año se conseguiría acabar con la crisis del sector de la construcción. El desarrollo del tejido empresarial constructor y la creación de empleo supondrían un importante revulsivo en nuestra economía.
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| Obras y reformas en tiempos de crisis. |
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